If the child is not learning the way you are teaching, then you must teach in the way the child learns Rita Dunn

miércoles, 8 de mayo de 2013

Cómo utilizar los recursos en inglés para preparar las entrevistas de trabajo.



Actualmente ya no es tan extraño ver en los aeropuertos a jóvenes, y no tan jóvenes, con su maleta y ordenador portátil rumbo a un país donde se le valore profesional y económicamente. 


Pero, quizás, ésta sea la parte más “fácil” de todo el proceso. La parte más “complicada” es saber dar los pasos correctos para preparar las entrevistas de trabajo que se ajusten a nuestro perfil académico y experiencia profesional. Estos pasos los podríamos sintetizar en: 

Primero: Debemos analizar con realismo nuestro nivel de inglés antes del viaje.
Para ello, es aconsejable prepararse a conciencia la parte oral, pues si no sabemos comunicarnos, no conseguiremos un puesto de trabajo adecuado a nuestro perfil. Los recursos más eficaces, y en muchos casos gratuitos, son los grupos de conversación que se suelen reunir en pubs o cafeterías dentro de un ambiente distendido y relajado para propiciar la fluidez de las conversaciones, y los tándemes de intercambio de idiomas, entre dos personas que canjean el aprendizaje de un idioma por el otro. Mi último descubrimiento, Verbling.com donde puedes acceder a clases en vivo o grabadas, así como conocer a otros usuarios y conversar. 

Segundo: Una vez en el país elegido hemos de preparar las entrevistas para la búsqueda de empleo adecuándonos a los requisitos que las empresas solicitan. En Inglaterra, el primer paso es ir a losJob Centre, donde podremos imprimir, sin coste, las ofertas de trabajo que nos interesen. Otra manera muy útil eficaz, es marcar en los principales buscadores de empleo la palabra clave “spanish” y la zona donde vivimos, y así aparecerán todas las ofertas de empleo donde nuestro idioma sea un“valor añadido”. Es importante indicar, que así optimizaremos nuestro tiempo y esfuerzo. 

Tercero: Una vez consigamos una cita para la entrevista de trabajo, tendremos que defender nuestro CV. 
¿Cómo lo hacemos? 
Lo principal es tener claro lo que no hay que hacer y decir durante la entrevista de trabajo. Para ello buscaremos en internet videos sobre “interview tips for jobs”, que nos ayudarán a sacar nuestras propias conclusiones y a evitar los errores más frecuentes. Para mí, Engvid.com es la web que mejor explica los tópicos, errores frecuentes de pronunciación, etc. Igual de importante sería“estudiar” a la empresa que nos hace la entrevista, mostrando interés por su filosofía de empresa cuando demos ejemplos basados en nuestra experiencia profesional. Para ello, en este punto, nos centraremos en estudiar su web, su presencia en las redes sociales, etc. Y, por último, practicaremos mucho la defensa de nuestro CV delante de un espejo o con una persona nativa, ya que nos dará una mayor confianza y los nervios, que nunca desaparecen, podremos controlarlos mejor. 

En conclusión, tenemos que ser “realistas” con el idioma, perfeccionarlo antes de desplazarnos, y tomar la decisión de cambiar de país para buscar trabajo. Quizás, lo más importante sea no frustrarnos si nuestro primer trabajo no tiene nada que ver con nuestra experiencia profesional, pues hay que sacar la parte positiva, y no es otra, que empezar a tener experiencia laboral en el país y mejorar nuestro nivel de inglés de la mejor forma: trabajando. 

Sara Zamora

Aprendiendo un idioma en tu propio país antes de viajar.

Son muchas las personas que buscando mejorar su conocimiento de un idioma deciden ir al país nativo para seguir aprendiendo y mejorando, sobre todo intentando que esta mejora sea lo más rápida posible gracias a la inmersión que ello supone. 


Es muy cierto que esta es una gran manera de mejorar un idioma, por no decir la mejor, dada la posibilidad inicial de estar en contacto con el idioma constantemente a lo largo de cada día. Y digo la posibilidad inicial porque son muy frecuentes también los testimonios de personas que aún yendo a otro país no consiguen mejorar todo lo que quisieran ni al ritmo que esperaban, y lo que es peor aún, tampoco ven la posibilidad real de cómo cambiar esta situación para sentir realmente que están aprovechando el tiempo y rentabilizando el esfuerzo que supone estar fuera. 

Hace ya varios años yo fui una de estas personas, ya que tuve la oportunidad de pasar cuatro meses en Londres y, desde las primeras semanas tuve muy claras dos cosas, por un lado, que sabía mucho menos inglés del que yo creía y, por otro lado, que muchas de las cosas que hacía en Londres para mejorar mi inglés las podría haber hecho en mi propio país antes de viajar, llevando de esta manera un nivel superior que me permitiría aprovechar mucho más el tiempo durante mi estancia para mejorar aquello que no podría trabajar en mi país. 

Ejemplos de lo que hacía yo en Londres, así como la mayoría de la gente que en mi situación acaba de llegar, y que podría haber hecho en mi país son cosas tan simples como, por ejemplo, ver la televisión en inglés, escuchar la radio o leer periódicos. Incluso hablar en inglés varias horas a la semana, lo más dificil de hacer en tu propio país, es posible enforzándose en encontrar los intercambios adecuados. 

Insisto en que no estoy en contra de viajar al país nativo, porque además y sin duda alguna, es una de las mejores experiencias a nivel personal que se puedan tener en todos los sentidos. Lo que quiero resaltar con este artículo es la necesidad de evaluar nuestro nivel antes de decidir viajar o no, ya que hoy en día, gracias a internet, tenemos muchas y efectivas herramientas para aprender en nuestro propio país, si tenemos las ganas suficientes y la constancia necesaria. Ya que lo que me parece realmente útil es viajar al país nativo una vez se tenga una gran base y un conocimiento suficiente como para realmente aprovechar la estancia allí e ir un paso más allá, intentando conseguir un nivel que ya sí que no podríamos, o nos resultaría ya muy complicado, alcanzar en nuestro propio país. 

Por ejemplo, el hablar en dicho idioma es lo principal que tienes que practicar cuando viajas, pero para poder hablar tienes que escuchar y entender, y esto último es algo que puedes y debes trabajar antes, y gracias a la cantidad de recursos disponibles es algo que puedes hacer durante tantas horas como quieras cada día. 

Así que de entre todos los recursos que hay en internet, algo fundamental que me ayudó en mi aprendizaje, fue seleccionar en primer lugar unas pocas herramientas que consideré eran las que más me podían ayudar en aquellos puntos que más necesitaba mejorar, para ir trabajando con ellas día a día. 

Jorge San Luis

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Merry Christmas & Happy New Year

A todos los que hacen posible que London Bridge Institute sea tu Lugar........FELICIDADES EN ESTA NAVIDAD Y UN VENTUROSO 2011 !!!!
Son nuestros mejores deseos
LBi Staff

martes, 2 de noviembre de 2010

Brain Research: Implications for Second Language Learning

Online Resources: Digests

December 2000
EDO-FL-00-12   Fred Genesee, McGill University

There has been a longstanding interest among second and foreign language educators in research on            language and the brain. Language learning is a natural phenomenon; it occurs even without  intervention.    
By understanding how the brain learns naturally, language teachers may be better able    to enhance their  effectivenessinthe classroom.                                                                                                                                                                                                                                                              

Brain Development: Can Teaching Make a Difference?

It has long been known that different regions of the brain have specialized functions. For example, the frontal lobes are involved in abstract reasoning and planning, while the posterior lobes are involved in vision. Until recently, it was believed that these specialized regions developed from a genetic blueprint that determined the structure and function of specific areas of the brain. That is, particular areas of the brain were designed for processing certain kinds of information from birth.
New evidence suggests that the brain is much more malleable than previously thought. Recent findings indicate that the specialized functions of specific regions of the brain are not fixed at birth but are shaped by experience and learning. To use a computer analogy, we now think that the young brain is like a computer with incredibly sophisticated hardwiring, but no software. The software of the brain, like the software of desktop computers, harnesses the exceptional processing capacity of the brain in the service of specialized functions, like vision, smell, and language. All individuals have to acquire or develop their own software in order to harness the processing power of the brain with which they are born.
A number of studies support this view. However, all were carried out on animals, because it is not possible to do such research with humans. Caution is called for when extrapolating these findings to humans. The studies discussed below reveal the incredible neural flexibility of the developing (and aging) brain. (See Chapter 5 in Elman et al., 1997).
Cortical tissue transplanted from its original location to a new location in the brain of young animals takes on the structure and function of its new location and not those of its original location. More specifically, neurons in the visual cortex of rodents have been transplanted to regions of the brain that are normally linked to bodily and sensory functions. The transplanted tissue comes to function like somato-sensory neurons and loses the capacity to process visual information (O'Leary & Stanfield, 1985). Likewise, if input from the eyes is rerouted from what would normally be the visual area of the brain to what is normally the auditory area of the brain, the area receiving the visual input develops the capacity to process visual and not auditory information; in other words, it is the input that determines the function of specific areas of the brain (Sur, Pallas, & Roe, 1990).
Greenenough, Black, and Wallace (1993) have shown enhanced synaptic growth in young and aging rats raised in complex environments, and Karni et al. (1995) have shown expansion of cortical involvement in performance of motor tasks following additional learningin other words, the cortical map can change even in adulthood in response to enriched environmental or learning experiences.
These findings may have implications for language educators: for one thing, that teaching and teachers can make a difference in brain development, and that they shouldn't give up on older language learners.

Learning Through Connections

The understanding that the brain has areas of specialization has brought with it the tendency to teach in ways that reflect these specialized functions. For example, research concerning the specialized functions of the left and right hemispheres has led to left and right hemisphere teaching. Recent research suggests that such an approach does not reflect how the brain learns, nor how it functions once learning has occurred. To the contrary, "in most higher vertebrates (humans), brain systems interact together as a whole brain with the external world" (Elman et al., 1997, p. 340). Learning by the brain is about making connections within the brain and between the brain and the outside world.
What does this mean? Until recently, the idea that the neural basis for learning resided in connections between neurons remained speculation. Now, there is direct evidence that when learning occurs, neuro-chemical communication between neurons is facilitated, and less input is required to activate established connections over time. New evidence also indicates that learning creates connections between not only adjacent neurons but also between distant neurons, and that connections are made from simple circuits to complex ones and from complex circuits to simple ones.
For example, exposure to unfamiliar speech sounds is initially registered by the brain as undifferentiated neural activity. Neural activity is diffuse, because the brain has not learned the acoustic patterns that distinguish one sound from another. As exposure continues, the listener (and the brain) learns to differentiate among different sounds and even among short sequences of sounds that correspond to words or parts of words. Neural connections that reflect this learning process are formed in the auditory (temporal) cortex of the left hemisphere for most individuals. With further exposure, both the simple and complex circuits (corresponding to simple sounds and sequences of sounds) are activated at virtually the same time and more easily.
As connections are formed among adjacent neurons to form circuits, connections also begin to form with neurons in other regions of the brain that are associated with visual, tactile, and even olfactory information related to the sound of the word. These connections give the sound of the word meaning. Some of the brain sites for these other neurons are far from the neural circuits that correspond to the component sounds of the words; they include sites in other areas of the left hemisphere and even sites in the right hemisphere. The whole complex of interconnected neurons that are activated by the word is called a neural network.
The flow of neural activity is not unidirectional, from simple to complex; it also goes from complex to simple. For example, higher order neural circuits that are activated by contextual information associated with the word doggie can prime the lower order circuit associated with the sound doggie with the result that the word doggie can be retrieved with little direct input. Complex circuits can be activated at the same time as simple circuits, because the brain is receiving input from multiple external sourcesauditory, visual, spatial, motor. At the same time that the auditory circuit for the word doggie is activated, the visual circuit associated with the sight of a dog is also activated. Simultaneous activation of circuits in different areas of the brain is called parallel processing.
In early stages of learning, neural circuits are activated piecemeal, incompletely, and weakly. It is like getting a glimpse of a partially exposed and very blurry photo. With more experience, practice, and exposure, the picture becomes clearer and more detailed. As exposure is repeated, less input is needed to activate the entire network. With time, activation and recognition are relatively automatic, and the learner can direct her attention to other parts of the task. This also explains why learning takes time. Time is needed to establish new neural networks and connections between networks. This suggests that the neural mechanism for learning is essentially the same as the products of learninglearning is a process that establishes new connections among networks and the new skills or knowledge that are learned are neural circuits and networks.
What are the implications of these findings for teaching? First, effective teaching should include a focus on both parts and wholes. Instructional approaches that advocate teaching parts and not wholes or wholes and not parts are misguided, because the brain naturally links local neural activity to circuits that are related to different experiential domains. For example, in initial reading instruction, teaching phonics independently of the meaning of the words and their meaningful use is likely to be less effective than teaching both in parallel. Relating the mechanics of spelling to students' meaningful use of written language to express themselves during diary writing, for example, provides important motivational incentives for learning to read and write. Second, and related to the preceding point, teaching (and learning) can proceed from the bottom up (simple to complex) and from the top down (complex to simple). Arguments for teaching simple skills in isolation assume that learners can only initially handle simple information and that the use of simple skills in more complex ways should proceed slowly and progressively. Brain research indicates that higher order brain centers that process complex, abstract information can activate and interact with lower order centers, as well as vice versa. For example, teaching students simple emotional expressions (vocabulary and idioms) can take place in the context of talking about different emotions and what situations elicit different emotions. Students' vocabulary acquisition can be enhanced when it is embedded in real-world complex contexts that are familiar to them. Third, students need time and experience ("practice") to consolidate new skills and knowledge to become fluent and articulated.

Are All Brains the Same?

Brains are not all the same. Take the early research on left-right hemispheric differences with respect to language. For most individuals, the left hemisphere is critically involved in most normal language functions. We know this because damage to the left hemisphere in adults leads to language impairment, which is often permanent. However, approximately 10% of normal right-handed individuals have a different pattern of lateralization; their right hemispheres or both hemispheres play a critical role in language (Banich, 1997, pp. 306-312). Males and females have somewhat different patterns of lateralization, with males being more left-hemisphere dominant than females. In the domain of reading, brain maps of students with dyslexia demonstrate that there are very large individual differences in the areas of the brain that underlie their difficulties (Bigler, 1992).
We also know that the areas of the brain that are important in specific domains of learning can change over the life span. There is increasing evidence of right hemisphere involvement in early language learning but less in later learning. Young children with lesions to their right hemisphere demonstrate delays in word comprehension and the use of symbolic and communicative gestures. These problems are not found in adults with right hemisphere lesions. Stiles and Thal have argued that there may be a link between the word comprehension problems of children and the right hemisphere, because "to understand the meaning of a new word, children have to integrate information from many different sources. These sources include acoustic input, but they also include visual information, tactile information, memories of the immediately preceding context, emotionsin short, a range of experiences that define the initial meaning of a word and refine that meaning over time" (Stiles and Thal, as cited in Elman et al., pp. 309-310). We know from a variety of sources that integration across domains of experience is a right-hemisphere function.
By implication, brain research confirms what we know from education research: that educators must make provisions for individual differences in learning styles by providing alternative grouping arrangements, instructional materials, time frames, and so on. Instruction for beginning language learners, in particular, should take into account their need for context-rich, meaningful environments. Individual differences in learning style may not be a simple matter of personal preference, but rather of individual differences in the hardwiring of the brain and, thus, beyond individual control.

Conclusions

Our understanding of the brain is continually evolving, thus our interpretation of the implications of findings from brain-based research for teaching and learning should also continually evolve. Brain research cannot prescribe what we should teach, how we should organize complex sequences of teaching, nor how we should work with students with special needs. Educators should not abandon their traditional sources of insight and guidance when it comes to planning effective instruction. They should continue to draw on and develop their own insights about learning based on their classroom experiences and classroom-based research to complement the insights that are emerging from advances in brain research.

References

Banich, M.T. (1997). Neuropsychology: The neural bases of mental function. Boston: Houghton-Mifflin.
Bigler, E.D. (1992). The neurobiology and neuropsychology of adult learning disorders. Journal of Learning Disabilities, 25, 488-506.
Elman, J., Bates, E.A., Johnson, M., Karmiloff-Smith, A., Parisi, D., & Plunkett, K. (1997). Rethinking innateness. Cambridge, MA: MIT Press.
Greenenough, W.T., Black, J.E., & Wallace, C.S. (1993). Experience and brain development. In M. Johnson (Ed.), Brain development and cognition: A reader (pp. 290-322). Oxford: Blackwell.
Karni, A., Meyer, G., Jezzard, P., Adams, M., Turner, R., & Ungerleider, L. (1995). Functional MRI evidence for adult motor cortex plasticity during motor skill learning. Nature, 377, 155-58).
O'Leary, D.D., & Stanfield, B.B. (1985). Occipital cortical neurons with transient pyramidal tract axons extend and maintain collaterals to subcortical but not intracortical targets. Brain Research, 336, 326-333.
Sur, M., Pallas, S.L., & Roe, A.W. (1990). Cross-modal plasticity in cortical development: Differentiation and specification of sensory neocortex. Trends in Neuroscience, 13, 227-233.
This digest was produced jointly with the Center for Research on Education, Diversity & Excellence (CREDE).

This digest was prepared with funding from the U.S. Dept. of Education, Office of Educational Research and Improvement, National Library of Education, under contract no. ED-99-CO-0008. The opinions expressed do not necessarily reflect the positions or policies of ED, OERI, or NLE.

viernes, 29 de octubre de 2010

Aprender un segundo idioma mejora la "plasticidad cerebral"

Sociedad

Altera en sentido positivo el área cerebral que procesa la información. 

 INVESTIGACION DEL UNIVERSITY COLLEGE DE LONDRES

Por:  LA VANGUARDIA ESPECIAL

Científicos del University College de Londres han detectado, tras examinar a 105 personas, de las que 80 eran bilingües, que el conocer un segundo idioma altera en sentido positivo la estructura del cerebro, en concreto el área que procesa información. En particular, mejora la llamada plasticidad cerebral. Un poco como un ejercicio deportivo ayuda a potenciar los músculos. En efecto, el análisis con el escáner ha demostrado que la materia gris situada en la parte inferior de la corteza parietal era más densa entre los que hablaban una segunda lengua, sobre todo entre los que aprendieron el idioma desde pequeños.

El profesor de Psiquiatría de la Universidad de California en Los Angeles, Joaquín Fuster, que habla fluidamente seis idiomas, cree que si se quiere potenciar la memoria, es recomendable abandonar el cómodo monolingüismo ya que "con un segundo idioma se mejoran todas las funciones cognitivas, la atención, la percepción, la memoria, la inteligencia y el lenguaje".

Al ponerse en marcha gran parte de la maquinaria cerebral, se producen, de forma indirecta, efectos muy positivos en otras áreas. Así, "los niños bilingües destacan por tener una mejor capacidad de selección de las respuestas, una mayor habilidad para llevar a cabo tareas simultáneas, gracias a que consiguen evitar interferencias y controlar el comportamiento", dice Rodríguez Fornells.

Albert Costa, profesor universitario y miembro del grupo de Neurociencia Cognitiva del Parc Científic de Barcelona, recuerda que "las personas que hablan dos lenguas tienen una mayor facilidad para focalizar su atención en aquello que consideran importante y prescindir de las informaciones que puedan interferir".

Sin embargo, hay que introducir algunos matices. Uno es el número de idiomas. Conocer diez lenguas no nos convertiría en genios de forma automática. Es más, con dos bastaría. La psicóloga Ellen Bialystok de la Universidad de York, en Canadá, reconoce que al hablar un idioma extranjero se registra una mejor calidad de la atención para problemas complejos. Sin embargo -apunta-, no hace falta convertirse en políglota para que nuestro cerebro mejore la plasticidad. "A partir del segundo idioma que se aprende, no se registran ulteriores beneficios en el cerebro".

La enseñanza de inglés o el secreto encanto de confundir al que aprende.








Ya no se trata de métodos o sistemas, eso quedó en el pasado pisado, o en el simple past, como prefieran llamarlo. Apelemos solamente al sentido común e intentemos hacer un análisis de los diversos e increíbles modos en que se "enseña" inglés. Y ya nos encontramos con el primer problema:
¿Se puede enseñar un idioma? ¿Puede un profesor con los conocimientos de la lengua transmitir el idioma como se pensaba tradicionalmente? ¿Se trata sólo de un buen método?
Las nuevas corrientes pedagógicas fundamentadas en respetadas investigaciones de orden nacional e internacional nos indican que el aprendizaje de una lengua es un creativo proceso de construcción en el que los saberes previos y la exposición al idioma completo, real y natural juegan un papel central.
Que quiere decir "exposición al idioma completo, real y natural"
Significa que al ver el cuadro completo, el que aprende va construyendo creativamente el idioma basándose en hipótesis sobre su funcionalidad y aplicación con la adecuada intervención de un docente que entiende este mismísimo proceso. Al igual que en el armado de un rompecabezas, apoyándose en saberes previos y en la visión completa del objetivo a lograr el que aprende llega a destino.
La siguiente pregunta sería que ocurre cuando no se muestra ni expone el idioma en forma natural y completa?
Este es el caso de la mayoría de los programas de colegios primarios y secundarios donde se desarrollan cursos centrados exclusivamente en el uso de la gramática fuera de contexto. Estos programas se basan precisamente en la teoría opuesta a la que se menciona arriba: o sea, se desarma bien el idioma, se lo aprende en pedazos lógicos, se entrega todo procesado al alumno así no tiene que construir sus propias hipótesis, sin dejarlo disfrutar del hermoso y creativo proceso de aprender. Esto es muy fácil de corroborar al ver los libros de texto que estos colegios utilizan donde los temas, diálogos e historias que se tratan son artificialmente armados para responder a la aplicación de una determinada estructura gramatical. Se habla en presente hasta que un día aparece el pasado y así sucesivamente se van agregando los ingredientes ya procesados por otro y no por el interesado.
Resultado: el alumno aprende gramática, pasa exámenes internacionales escritos, hace complejos ejercicios de verbos etc., etc., pero apenas puede hablar el idioma y en muchos casos su frustración acaba por desanimarlo.
Lamentablemente, durante muchos años, con el afán de simplificar la enseñanza del idioma se ha terminado confundiendo al que aprende al obligarlo a transitar un camino mucho más difícil y entramado que el natural y lógico. Para graficarlo mejor sería como si en nuestro propio idioma nos fueran enseñando en trozos, hablándonos siempre en un mismo tiempo de verbo y con la intencionalidad de que aprendamos las partes en vez de dejarnos escuchar el idioma tal cual es, equivocarnos al expresarnos y eventualmente comenzar a comunicarnos correctamente.
Esto por supuesto, no significa exponer al alumno del primer nivel a escuchar a la CNN o a mirar una película sin herramienta alguna. Esto también generaría un alto nivel de frustración. ¿Entonces como?
Se trata de crear situaciones de aprendizaje contextualizadas que tengan sentido y propósito para el alumno. La literatura se convierte así en el vehículo ideal para la aplicación de proyectos y unidades didácticas coherentes y conectadas con la vida real del alumno. Dichos proyectos guiados por las propias inquietudes de los alumnos que a su vez generan conflictos y discusiones de interés y nuevas preguntas, se convierten en interesantes herramientas para el aprendizaje. Se apela pues, a la utilización de estrategias de razonamiento sofisticadas donde el alumno debe pensar, resolver problemas, y desarrollar su capacidad intelectual que lo llevan más allá del aprendizaje del idioma. Se trata de aprender el idioma, aprender a cerca del idioma y aprender a través del idioma. Quizá suene demasiado ambicioso para algunos. Es obviamente más simple dar una clase pensando (aunque la evidencia en contra sea devastadora) que se aprende por transmisión, que todos aprenden al mismo tiempo y del mismo modo, y que una vez que se aprende la gramática se tienen todos los ingredientes para cocinar la torta. Es precisamente cuando existe una incógnita o problema a resolver, cuando no entendemos y nos faltan ingredientes que se constituye el gran desafío del pensamiento creativo. Quizá ya sea hora de dejar de temer y subestimar la increíble capacidad intelectual humana de construir conocimientos y adquirir destrezas.

Lic.Marta Braylan
Psicóloga Educacional-Asesora Pedagógica de Inglés.

Pa' que en Inglés?

Recuerdo que........ algún tiempo atrás, cuando una colega necesitó un salón para llevar a cabo una obra de teatro en Inglés, tuvo que reunirse con el funcionario municipal a cargo del teatro para solicitarle el permiso correspondiente. Luego de explicarle los motivos y el interés para llevar adelante este evento, nunca hubiera imaginado que recibiría una pregunta como respuesta, y qué pregunta?

Algunas razones.
Las razones por las cuales el idioma Inglés se ha vuelto cada vez más necesario y casi un “commodity” dentro del bagaje actual de conocimientos que nuestros contemporáneos deben disponer son muy variadas como diferentes, pero todos tenemos muy en claro una cosa, sin el Inglés, nuestro horizonte es cada vez más limitado.
Hoy en día y más que en otros momentos, el manejo de la información a través de Internet o de bibliografías nos permite contar con alguna ventaja competitiva respecto de aquellos que se encuentran limitados por el no uso del idioma y a la espera de textos traducidos.
Sabemos de la necesidad de comunicarnos adecuadamente con personas de otras nacionalidades para entablar relaciones comerciales o de intercambio y que en esta aldea global, el único idioma reconocido por todos es el Inglés.
Disfrutar de una buena película, sin la distracción que genera leer los subtítulos, cantar nuestras canciones favoritas y saber lo que estamos diciendo es algo que nos lleva a obtener una mayor satisfacción y deleite.
Pa’ qué en Inglés? ... puede sonar hasta risueño pero debe ser una pregunta y no una respuesta.
Las respuestas son muy claras y concretas, depende de cada uno de nosotros.
Si lo que pretendemos es seguir aumentando las brechas ya existentes sólo respondamos con un Pa’ qué en Inglés?
Si lo que buscamos es construir un futuro más acorde a nuestros deseos y aprovechar al máximo las nuevas oportunidades que se nos presenten, hagámonos la pregunta para qué en Inglés ? y respondámosla adecuadamente.

Cuando, Cómo y Dónde comenzar?

“No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy” reza un dicho popular.
Cuanto antes tomemos la decisión de comenzar a aprender Inglés o motivar a nuestros chicos a que lo hagan, empezaremos a descubrir una nueva dimensión de posibilidades y estaremos preparados para afrontar los nuevos desafíos con todo coraje y optimismo.
Ante la abundante oferta de institutos, cursos y sistemas de aprendizaje que no siempre son todo lo clara que deberían, y para responder correctamente a estas preguntas, deberíamos tener en cuenta algunas pautas:
El Método de Enseñanza: debe ser comunicativo, haciendo que el alumno hable inglés desde el primer momento en el marco de una situación de vida real.
Grupos Reducidos: es de suma importancia que la cantidad de alumnos no supere los 8 a 10, de modo que todos tengan las mismas oportunidades de intercambio durante las clases.
El Nivel: las clases se deben conformar con alumnos del mismo nivel y edad para que todos tengan intereses compartidos y experiencias de vida similares ya que se encuentran en igual fase evolutiva.
Los Docentes: todo lo anterior cae en saco roto si el nivel de los docentes no es el adecuado. Esto significa que realmente sean docentes, graduados de Institutos Superiores o Universidades. Puesto que solamente ellos tienen las herramientas pedagógicas necesarias y las condiciones para transmitir sus conocimientos de un modo que se adecue al alumno, a sus intereses y necesidades.
Acceso a Títulos y Certificados: esto responde básicamente al respaldo que podemos obtener para hacer frente a una oferta laboral o de estudios en el exterior. Para ello se dispone de
Exámenes Nacionales e Internacionales a los cuales se acceden a través de Convenios y Acuerdos que cada Instituto posee con las casas matrices.

Algo más?
Cuando busquemos otros elementos, además de los ya nombrados, para tomar una decisión adecuada a nuestros intereses deberíamos evaluar lo siguiente:
La relación entre Precio y Valor que pretendemos.
 La importancia de disponer de un ambiente confortable y diseñado para cumplir con sus propósitos.
El  Reconocimiento continuo por los avances obtenidos.
La Profesionalidad del cuerpo docente en el seguimiento de las metas pautadas.
La Disponibilidad de ámbitos de discusión y esparcimiento.
La Trayectoria del Instituto con relación a la Satisfacción lograda por los alumnos que han pasado por él.
La Comunicación periódica entre docentes y padres para una asistencia permanente a los alumnos.

Y ahora?
La decisión está en sus manos; esperamos que parte de lo expuesto haya sido lo suficientemente claro como para que muchas de sus dudas encuentren la mejor respuesta.
Recuerde que siempre el momento oportuno es ahora !!





Silvina Blas. Profesora Nacional de Inglés.
Directora del London Bridge Institute.
Uruguay 328 e/Dorrego y Pagano.
B1744 AJH. Moreno
lbinfo.moreno@gmail.com
Tel: 0237-462-1387
Nota publicada en la Revista Country – Septiembre/2001